La duda tiene muchas razones para dudar, tantas como tendría para no hacerlo si no existieran esos motivos… Pero están ahí, tan revestidos de verdad que hacen de ella una «duda razonable», aunque en la práctica sea una sinrazón y un sinvivir el tiempo que brota de ella.
Dudar es pensar, pensar existir, existir es vida y la vida esperanza… Luego «donde hay duda hay esperanza», que diría un racionalista un poco sentimental… Aunque, claro, como se trata de la duda, también se podría afirmar lo contrario y decir que «donde hay duda hay desesperanza»…
Como se puede ver, todo se complica un poco cuando la duda es poco razonable y se hace más racional, pero aún así es un juego infantil comparado con la complejidad que surge de la «duda emocional»… En ella sentir es morir, y ese morir esperanza… Todo un lío.